OTRA POLÍTICA ES POSIBLE DESDE LA COMUNIÓN
Se han celebrado en Salamanca, en la Residencia de los Padres Paúles, los Cursos de Verano de la Hermandad Obrera de Acción Católica (HOAC), un espacio de oración, diálogo, profundización y convivencia que hemos compartido alrededor de trescientos militantes,
Los cursos han
constado de dos jornadas: Jornadas de Consiliarios, del 8 al 12 de julio, y
Jornadas abiertas, dirigidas a militantes y simpatizantes, del 13 al 17 de
julio:
- Las Jornadas
de Consiliarios han ayudado a orar y reflexionar sobre el
servicio de los consiliarios en el acompañamiento a los y las militantes, en
especial, en la búsqueda de la Comunión Social. Para ello, han
profundizado, con la ayuda de D. Carlos Escribano Subías, Obispo de Teruel y
Albarracín y Obispo consiliario de la Acción Católica Española, en “Los consiliarios: orantes y evangelizadores
a la luz del Vaticano II y al servicio del Reino”. También, han sido
interpelados sobre “El consiliario:
místico de la comunión con los empobrecidos”, con la aportación del militante
de la diócesis de Sevilla, Alfonso Alcaide Maestre.
- Las Jornadas Abiertas, como viene siendo
habitual, han tenido:
a) En un primer
momento, un espacio de oración, a partir de experiencias de militantes hoacistas
comprometidos y comprometidas con los empobrecidos del mundo obrero y del
trabajo: desahucios, barrios ignorados y militancia en partidos políticos, por
Joaquín Sanchez Sánchez (Cartagena-Murcia), Isabel Salinas Cañas (Granada) y Melchor
Moreno de la Torre (Astorga), respectivamente. También con la reflexión: “Colaboración por la existencia, comunión de
acción en Rovirosa” ofrecida por Maite Valdivieso Peña, militante de la
diócesis de Bilbao, nos ha invitado a vivir la espiritualidad cristiana y la
lucha por la justicia, según Guillermo Rovirosa, primer militante de la HOAC.
b) En un segundo momento:
Un VER con Arcadi Oliveres, profesor de Economía Aplicada de la Universidad Autónoma de Barcelona y presidente de” Justícia i Pau”, que ha profundizado en el contexto actual en el que se desarrolla nuestra vida social y la dinámica política. Un contexto caracterizado, entre otras cosas, por la eliminación de controles y de supervisión de la actividad económica, favoreciendo la economía financiera y especulativa sobre la productiva; la comunidad política, lejos de desarrollar una función de garante de los derechos sociales de las personas, está al servicio de las exigencias de los intereses económicos de una minoría; una quiebra de la democracia como proyecto de convivencia en la igualdad, la libertad y la participación de todos los ciudadanos; y una profunda crisis de las organizaciones políticas, sindicales y sociales que deja en la indefensión a la ciudadanía, bajo un sistema de desinformación que configura un ideario sustentado en falsas verdades. Pero un contexto donde, al mismo tiempo, también encontramos signos de esperanza como son el movimiento de indignación y reacción de muchos hombres y mujeres, especialmente jóvenes.
Un VER con Arcadi Oliveres, profesor de Economía Aplicada de la Universidad Autónoma de Barcelona y presidente de” Justícia i Pau”, que ha profundizado en el contexto actual en el que se desarrolla nuestra vida social y la dinámica política. Un contexto caracterizado, entre otras cosas, por la eliminación de controles y de supervisión de la actividad económica, favoreciendo la economía financiera y especulativa sobre la productiva; la comunidad política, lejos de desarrollar una función de garante de los derechos sociales de las personas, está al servicio de las exigencias de los intereses económicos de una minoría; una quiebra de la democracia como proyecto de convivencia en la igualdad, la libertad y la participación de todos los ciudadanos; y una profunda crisis de las organizaciones políticas, sindicales y sociales que deja en la indefensión a la ciudadanía, bajo un sistema de desinformación que configura un ideario sustentado en falsas verdades. Pero un contexto donde, al mismo tiempo, también encontramos signos de esperanza como son el movimiento de indignación y reacción de muchos hombres y mujeres, especialmente jóvenes.
Un JUZGAR, con
la ayuda de Demetrio Velasco, cura diocesano y catedrático de Pensamiento Político
de la Universidad de Deusto, que a través de su reflexión: «La Iglesia promotora de la acción política como camino para
buscar el Reino de Dios y su Justicia», hemos reflexionado sobre la
aportación que como Iglesia debemos hacer, iluminados por el Evangelio y la
Doctrina Social de la Iglesia: un proyecto de comunión que promueva el
desarrollo de la reciprocidad y la singularidad del ser humano, deslegitimando la
dominación, asumiendo con radicalidad profética la igualdad de todas las
personas, generando lazos sociales, desde la cultura de la compasión que
implica la opción por las víctimas y una llamada a trabajar por la justicia
redistributiva y la comunión entre las personas, como camino hacia el Reino de
Dios.
Y, finalmente, un
ACTUAR con la exposición de Cristina Vega, militante de la HOAC de Canarias, bajo
el título: «Retos para nuestro compromiso comunitario desde la vivencia de la
política orientada por la comunión», donde hemos querido repensar la vida y misión de la HOAC y
sus militantes desde este aspecto, siendo conscientes de que es un largo camino
que se recorre a pequeños pasos. Nos comprometemos a:
· Poner
a las víctimas de este sistema en el centro de nuestra acción política,
haciéndolas protagonistas.
·
Ser una comunidad de hombres y mujeres que vive la
comunión encarnada en el mundo obrero más empobrecido.
·
Desarrollar nuestra acción política como una
dimensión ineludible de la tarea evangelizadora, convirtiendo nuestro
compromiso en expresión de la Caridad Política en la que el amor y la justicia
son inseparables.
·
Promover una nueva cultura política que conciba la
acción política como instrumento fundamental para construir justicia en las
relaciones sociales. Vivir la política como respuesta a la necesidad de vida
social que tenemos las personas.
·
Colaborar para recuperar el sentido comunitario de
la lucha por la justicia y el valor de las organizaciones sociales para
combatir el empobrecimiento y la deshumanización.
·
Favorecer la visibilidad de lo que está ocurriendo
en el mundo obrero y del trabajo, colaborando a recuperar la esperanza de que
otra forma de vida y de organización social son posibles.
·
En definitiva, anunciar y construir otro mundo que
es posible con Jesucristo que está presente en los crucificados de la historia,
para ser, como desea el Papa Francisco, “una Iglesia pobre y para los pobres”,
al servicio del mundo.
Salamanca, 17 de julio de 2013
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