lunes, 14 de octubre de 2013

Nueva publicación de Ediciones HOAC

 
Para los trabajadores y trabajadoras cristianos Jesucristo es el más pleno proyecto de realización humana. Ser compañeros de Jesús nos exige ponernos del lado de todas las víctimas y excluidos del mundo obrero y del trabajo y, al mismo tiempo, junto a ellos, levantar proféticamente nuestra voz ante toda pretensión de idolatrar el sistema económico y cuanto impide la dignificación del ser humano. Sabemos bien que, “lo nuestro” no consiste en otra cosa que dar Buenas Noticias de parte de Dios a quienes las reciben malas de parte de la vida por la injusticia y el sufrimiento y en “no conformarnos a la mentalidad de este mundo” (Rom 12,2).

Estamos ante un reto que nos compromete a toda la Iglesia. Ante esta hora “se puede pecar y se ha pecado por egoísmo, por afán de ganancia exagerada y de poder”, pero no se debe olvidar que “se puede faltar también -ante las urgentes necesidades de muchedumbres hundidas en el subdesarrollo- por temor, indecisión, y en el fondo, por cobardía. Todos estamos llamados a afrontar este tremendo desafío” (SRS 47). La mejor forma de afrontarlo es con “los brazos levantados hacia Dios” (CV 79) y con la disponibilidad de buscar el bien común abrazando gozosa y solidariamente a todos los hermanos y hermanas que han de ganarse el pan con el sudor de su frente.

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